Un grupo de investigadores de la Universidad del sur de California desarrolló una tecnología que permitiría crear dobles de riesgos virtuales para que sean utilizados en las escenas de mayor peligro de los filmes cinematográficos. Se trata de un dispositivo denominado Aguru Dome mediante el cual se pueden capturar los rasgos de los actores y sus movimientos característicos para luego crear un clon cibernético.
El proceso para desarrollar un clon digital comienza con la pose del actor dentro de una cabina de alta tecnología llamada Aguru Dome donde se le sacan fotografías a su rostro y se hace un scaneo detallado de su cara. Una vez realizada esta primera fase, los datos obtenidos son procesados en una computadora para que puedan ser manipulados y de esa forma generar escenas de acción que nunca se hayan grabado durante la filmación.
“Es el sistema de captura del rostro de mayor resolución del mundo. No sólo capta la forma de la cara, sino también la manera en que la luz interactúa con el rostro desde cualquier ángulo”, explica en un comunicado Paul Carroll, uno de los ingenieros de la compañía Aguru Images, la cual ya comercializa el producto. Los creadores del mecanismo tecnológico aseguran que los dobles parecerán tan reales que la gente no podrá percibir la diferencia con el verdadero actor de carne y hueso.
Según Paul Debevec, ingeniero e investigador de la Universidad de California, “estamos a punto de ser capaces de crear a los actores, los héroes y las estrellas de las películas utilizando gráficos creados por computadora ”. Un entusiasmado Devebec afirma que “está la posibilidad de crear algo que nunca existió y que se convierta en una estrella”.
Una de los interrogantes que surgen tras las palabras del científico es que pasará en un futuro no muy lejano con los verdaderos protagonistas si estos sistemas prosperan. Los más reacios opinan que no existe la posibilidad de que personajes virtuales sustituyan a los verdaderos actores, ya que hay muchas variantes y matices que jamás podrán ser igualadas por la tecnología.
En principio estos sistemas digitales serían aplicados tan sólo para reemplazar a los protagonistas en las escenas más riesgosas, pero habría que analizar hasta qué punto es rentable contar con esta tecnología, en vez de optar por personas humanas que cumplan el rol de dobles de riesgo.